Las feromonas son un aroma compuesto de moléculas que despedimos de forma natural a través de la piel y de las glándulas sudoríparas, tanto los animales como las personas. Son detectadas por la nariz por el órgano que se ubica allí llamado vomeronasal y el hipotálamo, responsable de la liberación de hormonas.
Esto a quedado de alguna forma escondido y sepultado por todos los productos cosméticos y artificiales que utilizamos hoy en día, incluso al ducharnos y utilizar jabón estamos desechando parte de éste perfume natural que es el responsable de atraer sexualmente a otras personas también, producen un efecto psicológico que contribuye a despertar el deseo sexual y se le atribuyen cualidades como aumentar el buen humor y la sensualidad.
Hay estudios que aseguran que la cantidad de feromonas naturales generadas por el organismo disminuye progresivamente luego de los 20 años.
Los perfumes con feromonas vienen a echarnos una mano en este aspecto y su objetivo es que haciendo uso de ellos podamos resultar irresistiblemente atractivos para otras personas.
En el mercado hay varios y en diferentes presentaciones, desde ambientadores para el hogar, aceites para quemadores hasta perfumes y desodorantes corporales, aceites de masajes con efecto frío o calor y con forma de bolígrafo para llevarlos de forma discreta en el bolso.
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